Por: Tatiana Martínez Hernández
Cumplir 95 años para un hombre que rompió esquemas y se convirtió en símbolo universal es motivo de celebración en grande. Por ello, la Universidad Tecnológica de La Habana “José Antonio Echeverría” Cujae, fue una tormenta buena, de vida, amor y esperanzas en homenaje a Ernesto Che Guevara.
Taller científico, concursos, festival de la clase, feria de artesanías, juegos de ajedrez, entre otras actividades, sesionaron simultáneamente, los días 14 y 15 de junio, organizados por la Cátedra Che Guevara, la dirección de Historia y Marxismo y las Vicerrectorías Docente y de Extensión Universitaria.
Desde el lunes 12 comenzó el agasajo organizado por los miembros de la Cátedra Che Guevara de la Cujae. Hasta los predios universitarios llegó el director del Fondo Editorial Casa de las Américas, Fernando Luis Rojas, para presentar algunos de los textos de su colección, entre ellos: Che Guevara: Instantáneas, flashes, momentos, de Paco Ignacio Taibo II y Pensamiento crítico y revolución, de Fernando Martínez Heredia, un guevariano en el pensar y actuar.
El miércoles 14 y jueves 15 sesionó el III Taller científico “Che y las ciencias técnicas en el socialismo” en el que se presentaron una veintena de trabajos de estudiantes y profesores de la universidad y tres por estudiantes de la Facultad Agraria de La Habana. Estos talleres tienen el fin de estudiar el pensamiento y accionar del Che en su etapa de ministro de Industrias y su relación con las carreras de ingenierías y de arquitectura que se estudian aquí.
La conferencia central: Che como innovador en las ciencias técnicas, del doctor Luis O. Gálvez inauguró el Taller. El ex director de la empresa del cemento de Nicaro y posterior director del Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar por 44 años (Icidca), ofreció parte de la visión de Che sobre la necesidad de impulsar la electrónica, la minería, entre otras ramas. En resumen; desarrollar la ciencia, la técnica y junto a ello, la conciencia, insistía el Che.
Asimismo, el evento sirvió de marco para lanzar la convocatoria al IX Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (Anec), en el municipio Marianao, por medio de su presidente Valentín Sosa, así como la discusión de trabajos presentados por los directivos de empresas en el territorio.
Durante el día del nacimiento de Che, hace 95 años, se desarrolló también el Festival de la Clase, un evento organizado por la dirección de Formación de la Vicerrectoría Docente de la universidad y la FEU, quienes año tras año, muestran esta fiesta de la docencia, impartida por los alumnos ayudantes y los tutores, encabezados por la doctora en ciencias Gilda Vega.
El jueves 15, en la sesión de clausura del III Taller, se puso a prueba la razón para seguir amando al hombre y desterrar al mito. Una combinación de experiencia y juventud, de vivencias y de investigación profunda relacionadas con el Che, presentaron Juan Pi Vázquez y Luis Emilio Aybar, uno tan lúcido y jovial a sus 84 años y otro, joven rebelde de causa y entrega revolucionaria. El primero, ex administrador de la fábrica de níquel de Moa “Pedro Soto Alba” y el segundo, actual director del Centro Cultural Juan Marinello.
Para terminar esta sesión, se dieron a conocer los premios por cada una de las comisiones y se invitó a continuar con esta línea de investigación para para potenciar la formación de ingenieros y arquitectos.
Y para el final, germinó la maravilla y el cumpleaños tomó forma de niñas y niños rodeando a la hija del guerrillero, del marxista, del cubano argentino y del mundo, una vez llamado Ernestito. De ese niño habló la doctora Aleida Guevara con los infantes de la escuela primaria “José de la Luz y Caballero”, de la comunidad Toledo, quienes en silencio escuchaban las anécdotas de esa etapa de la vida de un niño que jugaba, leía mucho y aprendió a estar al lado de los humildes por las causas justas de los pueblos.
