Por: Tatiana Martínez Hernández
El VI evento científico Presencia de Fidel entre nosotros que organiza la Dirección de Historia y Marxismo-Leninismo, la Cátedra Honorífica para el estudio de la vida y obra de Fidel Castro y la Facultad de Ingeniería Química de la Cujae, de conjunto con las organizaciones juveniles de la Universidad, tuvo lugar entre los días 10 y 11 de diciembre en esta institución. Un panel integrado por dos eminentes científicos; los doctores en ciencias Agustín Lage y Luis Herrera, junto al ingeniero cujaeño Wilfredo López, cercano colaborador de Fidel, inauguró la cita.
Lage, fundador y director por 25 años del Centro de Inmunología Molecular (CIM) afirma que la creación y desarrollo del Polo Científico Cubano fue una idea de Fidel, desde su proyecto hasta su puesta en práctica, de manera paralela, y, en ocasiones adelantadas, al desarrollo científico y tecnológico en el mundo. Confiesa que “tuvimos el privilegio de participar de estos inicios, fue un experimento audaz y riesgoso porque Cuba entraba en la creación de las industrias de alta tecnología, al mismo tiempo que estaban naciendo en el mundo”.
Sin dudas, las anécdotas que podamos contar aquí demuestran su alta sensibilidad y la enorme capacidad de visión de Fidel para darse cuenta que el desarrollo de industrias biotecnológicas era muy necesario en un país como Cuba, ante el bloqueo de Estados Unidos y la escasez de recursos naturales. Por tanto, la creación de capacidades científicas y productivas serían garantía para satisfacer demandas de la salud pública, la agropecuaria, entre otros sectores, y, además un rubro exportable y de cooperación con otros países, añadió.
Entre las primeras instituciones dedicadas a la ciencia y la tecnología destacan; el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC, 1965), el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB, 1986), el Instituto Finlay de Vacunas (IFV, 1991), el Centro Nacional de Biopreparados (BIOCEN, 1992), y el CIM (1994), entre otros muchos, los cuales gozan actualmente de gran prestigio nacional e internacional, recordaron los panelistas en diálogo simultáneo.
Por su parte, el ingeniero Wilfredo López cuenta que la enseñanza más importante en esos años fue la dedicación de Fidel para concebir, crear e integrar el Polo científico en Cuba. Desde sus experiencias, como miembro del equipo de coordinación y apoyo del Comandante en Jefe desde 1986 hasta 2004, quien atendía directamente el sector de la biotecnología y la industria farmacéutica, asegura que la idea de los centros de ciclo cerrado se la debemos a su preocupación por el desarrollo científico en el país.
Según datos recientes del CITMA, Cuba posee 141 centros de investigación, 61 unidades de desarrollo e innovación, 26 centros de servicios científico y tecnológicos y, además, un Parque científico tecnológico. Todo ello, fruto de la visión futurista de Fidel para lograr producción científica, tecnológica industrial en empresas de ciclo cerrado que alcanzaran satisfacer las demandas en Cuba y para la entrada de divisas.
“No solo los científicos son importantes, los arquitectos, ingenieros y otros profesionales también integran la creación del Polo Científico, cualquier construcción de ese tipo lleva detrás un trabajo intenso de inteligencia colectiva, reconoció el ingeniero en Control Automático formado en la Cujae.
Sobre ello, Luis Herrera*, primer bioingeniero molecular en Cuba, añadió que todos se convierten en un gran equipo de trabajo y dejan de ser biólogos, químicos, ingenieros ... para llamarse por el nombre de la investigación que estén realizando.
El también fundador del CIGB narra emocionado las vivencias de sus encuentros con el líder de la Revolución cubana y sus inicios en el estudio de la ingeniería genética. Comenta de su prioridad por acelerar las investigaciones y darnos el tiempo absoluto para ello.
En 1983, Herrera recibió una beca para trabajar en la universidad de Harvard, la mejor en aquel momento del mundo, “fui el único afrodescendiente en esa época que no limpiaba piso, el ambiente fue difícil para integrarme de manera efectiva y lo logré.
Hay que señalar que Fidel le daba una atención impresionante a los científicos que venían al país y los atendía personalmente y si bien la brillantez del Comandante y el trabajo de un grupo de compañeros hicieron posible el desarrollo de la biotecnología en Cuba también recibimos el apoyo de científicos de alto prestigio internacional de Estados Unidos, Italia, Francia, entre otros países.
El PCR (una técnica usada para hacer investigación científica sobre ADN) lo obtuvimos antes que Europa, recuerda el también dos veces Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Ahora es normal hablar del PCR, luego de los años de pandemia de la COVID-19 por su uso en el diagnóstico de la enfermedad.
Recuerda la primera reunión en 1981 para crear el Frente Biológico y realizar una proyección estratégica que después resultó en el Polo Científico. Fidel dirigió casi todos esos encuentros. Este frente logró la concatenación de la ciencia y la producción bajo su liderazgo.
Cuba ha logrado exportar productos novedosos a Rusia, China, India, Corea del Sur, entre otras naciones. El primero fue la vacuna antimeningocócica del IFV con niveles altos de comercialización en Argentina, Chile y otros países. El CIGB también participó en la producción de la vacuna, para ello fue esencial la innovación de los ingenieros, añadió.
Visiblemente emocionado narra el abrazo de Fidel tras el logro de la producción estable de la vacuna contra la Hepatitis B… las cosas de Fidel eran increíbles…confiesa. El Polo fue un sistema muy efectivo, libre de burocracia, las cosas se decidían y se implementaban muy rápido, recuerda.
Sobre el papel de los ingenieros y arquitectos en el Polo científico, Herrera rememora la llegada de una brigada de ingenieros bioquímicos al CENIC quienes contribuyeron al desarrollo de las instituciones nuestras y cambiaron la concepción de la producción biológica, de diseño, de procedimiento y tecnológica. Antes se habían incorporado un grupo de ingenieros eléctricos quienes se vincularon con las neurociencias y la informática. Y reiteró que todos dejan de ser de la profesión de base para ser parte del equipo multidisciplinario de un proceso científico tecnológico.
El cujaeño López concluye que Fidel es de todos, cada quien tiene su propia anécdota con el Comandante, somos privilegiados de haber tenido dos hombres geniales como Martí y Fidel.
Al concluir el conversatorio el ingeniero industrial Danhiz Díaz rememoró la labor de los cujaeños en el combate a la COVID-19 y la cercanía con los científicos de los centros que preparaban las vacunas cubanas. Si el país se salvó fue gracias a estos hombres como los que hoy están aquí y fueron impulsados con el liderazgo y permanente acompañamiento de Fidel Castro.
Con casi 100 participantes entre estudiantes y profesores de esta universidad rectora de las Ciencias Técnicas en Cuba y de otros centros académicos del país concluyó este miércoles el evento Presencia de Fidel entre nosotros, en su VI Edición. Fueron premiados los mejores trabajos de entre las 34 ponencias presentadas en las cuatro comisiones que sesionaron, así como los ganadores del concurso de conocimientos realizado el día 9 de forma virtual y los mejores trabajos presentados en la modalidad de poesía.
“Regresar a Fidel en las circunstancias en que nos encontramos, es no solo una necesidad sino también un reto, cuando muchos intentan que de un plumazo olvidemos nuestra historia” expresó el ingeniero químico y cofundador de este evento, Daniel Treto.
*Autor de números aportes a la ciencia cubana y mundial, en especial, el interferón Alfa 2b humano recombinante cubano.