Nosotros amamos el amor y odiamos el odio

Tomado de Juventud Rebelde

«La Revolución cubana ha estado revolucionándose siempre, lo que pasa que la Revolución se está revolucionando siempre en el escenario en que nadie se tiene que revolucionar, que es el escenario de constante asedio económico, político, ideológico, mediático.

«Fíjense que en estos momentos no estamos hablando del bloqueo de los años 60, de los años 70, ni el de los 80, estamos hablando de un bloqueo totalmente recrudecido, y si estamos aquí todavía, es porque hemos sido capaces de revolucionar en medio de esa situación. Y estoy convencido de que de esta situación compleja que tenemos hoy en lo económico y lo social, también vamos a salir. Y vamos a salir precisamente así, revolucionando».

Fue esta una de las respuestas que el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ofreció a las y los periodistas de medios nacionales e internacionales que dieron cobertura al trabajo voluntario en que participó este domingo, junto a un centenar de estudiantes y jóvenes trabajadores de diferentes sectores, en áreas de la granja agropecuaria 16 de Abril, en Bauta, provincia de Artemisa.

La pregunta de la reportera Fabiola López, que parafraseó un comentario del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sobre que la Revolución cubana debía revolucionarse, siguió a una interrogante de su colega de RT en Español, Oliver Zamora Oria, quien inauguró un intercambio informal, no concertado, con el Presidente, con mucho fango en los zapatos de todos y el sudor corriendo aún por los rostros.

Zamora Oria solicitó la opinión de Díaz-Canel sobre las campañas que están girando por estos días en torno al primer año de las manifestaciones del 11 de julio de 2021 y, coincidiendo con esas fechas, las recientes medidas del gobierno de EE.UU. para sancionar a funcionarios cubanos.

El Primer Secretario señaló sobre esto último que «Estados Unidos y su gobierno siguen hablando de medidas y sanciones contra funcionarios cubanos, contra entidades cubanas, y lo que están haciendo es un ridículo tremendo».

«A veces muchas sanciones de esas lo que tienen que tener es la mención, no dan ni el nombre de a quienes están sancionando. Todo eso se ve que es un montaje, un compromiso que tiene la administración actual de Estados Unidos, porque está totalmente atrapada en los intereses de la mafia anticubana miamense».

El gobierno de EE.UU. está respondiendo a cuestiones electorales relacionadas con el lobby que hace esa mafia anticubana miamense, señaló Díaz-Canel, tras lo cual denunció el hilo conductor que se descubre entre las manifestaciones contra Cuba de esa mafia y la réplica que hacen de esas ideas funcionarios del Departamento de Estado y otras instancias del Gobierno de EE.UU.

«Todo el llamado que hacen hacia Cuba, de cómo hay que tratar a Cuba, al pueblo cubano —el pueblo que ellos dicen quieren favorecer—, es sobre un montaje de odio; de un sentimiento como el odio, que es un sentimiento tan poco humano que desacredita por sí mismo, por su perversidad, lo que un gobierno pueda estar diciendo de otra manera».

Contraponiendo esa construcción malvada y la naturaleza de lo cubano, Díaz-Canel enfatizó que «los cubanos tenemos en nuestra esencia, en los sentimientos que nos corren por las venas, en toda la formación de nuestra identidad nacional, un antídoto muy grande ante el odio, que es el amor.

«En Cuba la Revolución ha sido una obra de amor, las cosas se hacen con amor, se participa con amor y en medio de las situaciones tan complejas, en medio de los momentos tan duros que vivimos hoy en el orden económico y social, y también con una agresión ideológica, política basada en un programa de colonización cultural, apoyada por una guerra mediática con toda intensidad, nosotros nos seguimos incorporando a la vida y seguimos desarrollando la vida con amor, y sobre todo poniendo mucha fe en lo que podemos hacer por nosotros mismos, en la resistencia creativa, y en el concepto de resistencia creativa también hay un sentimiento de amor.

«Por lo tanto, sigo diciendo, sigo afirmando, que nosotros amamos el amor y odiamos el odio, y de esa manera vamos a enfrentar todas estas calumnias, todas estas mentiras, toda esta perversidad que se teje contra nuestro país».

Derrota de la maldad

Sobre lo ocurrido el 11 de julio de 2021, el Presidente cubano señaló que los enemigos de la Revolución están queriendo dar un gran vuelo a esos sucesos, pero también —acotó— están sumergidos en una gran cantidad de contradicciones por la manera en la que están enfocándolo.

En determinado momento —explicó— ellos construyeron la imagen de que los sucesos del 11 de julio habían sido protestas pacíficas, pero ahora tratan de «conmemorar» —como ellos dicen— esa fecha como el gran acontecimiento que desestabilizó a Cuba.

Ahora, «desde el llamado que hacen, también están convocando a rupturas desde posiciones vandálicas, desde posiciones de hechos contra la estabilidad ciudadana, contra la estabilidad de la vida del país». Por lo tanto —resumió el Primer Secretario— ellos mismos se van contradiciendo y van aplastando con su torpeza los argumentos que tratan de construir con una visión, pero después se les sale el odio, y con esa expresión de odio —que es lo que demuestra su verdadera naturaleza—, entonces van aplastando toda la imagen que querían construir.

«Quiero recordar —reconoció el Presidente— que es verdad que (el 11 de julio) se nos dieron sucesos, digamos, desagradables, lo que no deseamos que pase en nuestro país. Se produjeron hechos vandálicos, algunos con un ensañamiento y con una vulgaridad y agresividad tremenda». Pero también recuerden —añadió— que ese día «el pueblo salió a las calles a defender la Revolución, los jóvenes salieron a las calles a defender la Revolución, y en menos de 24 horas, en mucho menos de 24 horas, ya no había disturbios y se habían apagado los focos aquellos de hechos vandálicos y delitos totalmente denigrantes contra instalaciones, contra personas».

«Si aquí hay algo que celebrar —enfatizó Díaz-Canel— es la victoria del pueblo cubano, de la Revolución cubana, ante los intentos de los que querían convertir (aquello) en un golpe suave, que nada para la “variante Cuba” era un golpe suave, era un golpe vandálico, y eso fue derrotado.

«Así que, si vamos a celebrar algo, es esa victoria del pueblo cubano, que es una derrota más del imperialismo. Esa es la verdadera verdad, no la otra que tratan de pintar, y con la que tratan de justificar o de tapar la derrota que sufrieron».

Después de eso —continuó analizando— se han estado desgastando un año entero convocando por las redes sociales a manifestaciones en Cuba, a hechos vandálicos en Cuba, a agresiones en Cuba.

Y ya hay un lenguaje con el que hablan mucho de ellos, sobre todo la contrarrevolución que hay en Miami y en otras partes de Estados Unidos, sobre que vienen en expediciones a Cuba con armas, de que hay que hacer hechos violentos, de que hay que asaltar instalaciones, de que hay que ir contra los combatientes de las FAR y el MININT, de que hay que asesinar dirigentes... Pero se les ha ido fracturando todo, se les ha ido cayendo toda la construcción simbólica que hicieron, y también argumental, por eso mismo, porque sus campañas están basadas en el odio, señaló el Jefe de Estado.

Ahora —agregó—, han salido «con esa farsa de que van a “conmemorar” el primer aniversario del 11 de julio; bueno pues van a conmemorar una derrota, porque llevaron a una parte de las personas a cometer hechos vandálicos, y sin embargo fueron derrotados por el mismo pueblo al que le quisieron desestabilizar la vida».

EE. UU. habla de otros; nunca de sí

Díaz-Canel también respondió otra pregunta de los periodistas sobre los mensajes y comunicados de la sede diplomática de EE. UU. en La Habana en los que censura los juicios contra quienes protagonizaron acciones violentas el 11 de julio de 2021.

«La embajada de los Estados Unidos —dijo— se preocupa por los juicios; por los juicios que se hicieron con todos los derechos aquí en Cuba, de acuerdo a nuestro orden constitucional, de acuerdo a nuestro orden jurídico; (pero) la embajada de los Estados Unidos nunca habla de los desaparecidos en otros países, nunca habla de las personas presas en otros países, nunca habla de los líderes sociales que mueren por semana en otros países (...).

«El gobierno de los Estados Unidos nunca habla de las cárceles secretas que tiene en el mundo, nunca habla de las torturas que se hacen en esas cárceles, nunca habla de las torturas que se protagonizaron en otro momento en la prisión de Guantánamo.

«Todo es una mentira, una perversidad, es todo un discurso de doble rasero donde ellos dicen lo que les conviene. Y después hablan de libertad de expresión, de transparencia en la información, de verdades desde la información (...)

«Estados Unidos sigue atizando las guerras en medio de una situación como la que tiene el mundo, en vez de estar concentrándonos en cómo protegíamos a la humanidad de la pandemia y de las otras enfermedades que están apareciendo.

«Estados Unidos, para quitar su responsabilidad con todos estos problemas que a nivel global están incidiendo sobre la vida de las personas en todo el planeta, es capaz de crear una cortina mediática virtual donde no aparece nunca como culpable de todas sus culpas», enfatizó el Presidente cubano.

Sobre elecciones de medio término y acciones sin término

El criterio del Primer Secretario del Comité Central del Partido con respecto a las elecciones de medio término en EE.UU. y la posibilidad de que pudiera darse algún cambio en la política de ese gobierno hacia Cuba, fue la última pregunta de los reporteros.

Opinar sobre eso, respondió el mandatario, «sería especular». No obstante, señaló, «puede haber un determinado resultado en las elecciones de medio término, pero los intereses del imperialismo y sus interdependencias y sus interconexiones internas siguen siendo las mismas».

Ejemplificando sobre esa característica intrínseca del imperio, recordó que a propósito de la IX Cumbre de las Américas, realizada a inicios del mes pasado y donde la mayoría de los países de América Latina y el Caribe le expusieron verdades a Estados Unidos y le dijeron que no podía haber más cumbres con exclusiones, con la exclusión de Cuba, con bloqueo, ese gobierno trató de adaptarse al momento y anunció al mundo un grupo de medidas respecto a Cuba, pero, se preguntó Díaz-Canel, «¿dónde está el resultado de esas medidas? ¿qué pasos se han dado para cumplir esas medidas?»

«Entonces, hay mucha hipocresía, hay mucho doble rasero y hay mucha dependencia, de relaciones, en ese sistema de poder, en ese establishment, en Estados Unidos, por lo tanto, yo no creo que van a cambiar mucho las condiciones hacia Cuba.

«Nosotros lo que tenemos, una vez más, es que tener la convicción de que el bloqueo lo tenemos que superar por nosotros mismos, sin esperar cambios. Si hay algún cambio, bienvenido sea, pero para que haya cambios el problema no es solo que ellos quieran cambiar, el problema es cómo van a cambiar, y (eso) tiene que ser desde una posición de respeto hacia Cuba. Nosotros siempre hemos estado abiertos al diálogo con Estados Unidos, pero tiene que ser desde una posición de iguales, de respeto y sin ceder en soberanía».

Todo esto lleva a un grupo de interpretaciones, abundó el Jefe de Estado señalando que EE.UU. ha perdido mucho tiempo, si es que en algún momento fuera a favorecer el diálogo con Cuba. Era tiempo ya —agregó— «de que la actual administración de Estados Unidos hubiera tenido otra posición hacia Cuba, y no solo por lo que sintamos en Cuba, sino porque el mundo se lo ha exigido, y han hecho oído sordo a lo que el mundo les ha pedido».

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