”Los 13 dieron en el blanco”
Por Miguel Alfonso Sandelis
Terminaron los Juegos 13 de Marzo, la mayor fiesta estudiantil de un curso escolar en la Cujae, y es momento oportuno para hacer algunas valoraciones. El primer gran logro es que se hicieron, y en toda su dimensión (sin reducir deportes ni simplificar la fase de grupos como se tuvo que hacer la vez anterior), a pesar de las difíciles condiciones por las que atraviesa el país y, como tal, la Universidad, con problemas objetivos de todo tipo, que repercuten en la subjetividad. Los hicimos porque lo quisimos, porque los estudiantes lo merecen y, sobre todo, porque lo necesitan.
Otro gran logro –unido a los beneficios de la práctica del deporte–, que siempre se alcanza en los 13, es el espíritu que mueve a los deportistas y a quienes los van a apoyar, de defensa de un ideal colectivo –la facultad– por encima de cualquier éxito individual, en tiempos en que el individualismo es promovido abrumadoramente por las redes sociales y otros espacios manipulados desde grandes poderes hegemónicos. Esa es quizás la victoria mayor de los Juegos.
La fuerte disputa entre las facultades hizo que hasta el último día no se tuviera definición de los seis primeros lugares. Civil se mostró nuevamente como la gran potencia de los Juegos, mientras que la facultad de Automática-Biomédica fue la que más avanzó con respecto a juegos anteriores, e Industrial y Química continuaron su paso ascendente. En todas ellas, la organización previa a los 13 fue determinante en el papel jugado en las canchas, con el protagonismo de la FEU.
Un aspecto superior a los Juegos anteriores fue el procesamiento preciso y ágil de la información sobre los resultados de cada deporte, y su divulgación diaria a la comunidad universitaria a través del canal de Telegram “Alma Cujae”. Ello fue posible gracias al trabajo estadístico riguroso y transparente llevado a cabo por el Secretariado de la FEU de la Universidad, sustentado en el engranaje logrado con los profesores del DEDER, quienes tributaban sistemáticamente la información. Para quienes teníamos la responsabilidad de la organización de las facultades fue muy útil tener la posibilidad de copiar diariamente la tabla de posiciones que recogía los lugares y la puntuación de todos los deportes que habían cerrado hasta ese momento. Como sugerencia, sería importante divulgar diariamente en la comunidad universitaria, la tabla de posiciones actualizada, con las facultades, los lugares y los puntos, como ocurre en los eventos multideportivos.
Pero junto al DEDER, los muchachos de la UJC y la FEU derrocharon esfuerzos e iniciativas para vencerlos. Ejemplo de ello fueron las improvisadas bollas hechas de pomos plásticos para conformar los carriles para la natación, y la pintura de las carrileras de la pista de atletismo.
Un aspecto que presentó irregularidades fue el arbitraje. Si bien en algunos deportes se contó con árbitros profesionales, en otros arbitraron profesores del DEDER y en una cantidad no despreciable de deportes fueron estudiantes los que impartieron justicia en los escenarios de juego. Como consecuencia, se presentaron no pocas inconformidades por parte de los equipos participantes. Teniendo en cuenta que se han reducido las posibilidades de contratar a árbitros profesionales, para los venideros juegos sería oportuno crear equipos de árbitros conformados por estudiantes en los deportes en los que se necesite, siendo oficializados estos equipos por la aprobación de los capitanes de cada deporte, previo al inicio de los Juegos, preferiblemente en los congresillos.
Dos hechos de agresiones en medio de competencias, marcaron lamentablemente el inicio de los 13. Uno de ellos tuvo como adición la publicación en redes sociales de un video editado. Aunque posterior a estos sucesos las competencias se desarrollaron en un óptimo ambiente deportivo, cabe razonar sobre estos hechos con un fin primordial: evitar que se repitan en juegos posteriores, porque la formación integral de los futuros ingenieros y arquitectos no es compatible con estas manifestaciones. Una primera acción debe ser la alerta en cada facultad antes del inicio de las competencias, sobre lo incorrecto de estas conductas, y el daño que se la hace a las facultades cuando son penalizadas por estas indisciplinas. Otra acción es la presencia en las competencias con mayores expectativas, sobre todo en deportes de contacto, de los principales dirigentes de las facultades implicadas y de la Universidad. Sobre este particular, es importante reconocer que se contó con la presencia de la FEU y la UJC de la Universidad en juegos claves. Un papel importante en evitar estos sucesos lo tienen los capitanes de equipo, por lo que la atención a estos es decisiva.
La tendencia a filmar y publicar en las redes sociales videos con una carga de violencia debe ser enfrentada con inteligencia, a través de los espacios formativos que tenemos en la Universidad, promoviendo una conducta ética hacia la información que se publica y enjuiciando lo antiético con razonamientos sólidos y códigos de comunicación adecuados.
El fervor de los equipos por ganar en las competencias no puede llevar a la inclusión en los listados de deportistas que no son matriculas de las facultades o a graduados que estén fuera de tiempo, lo cual, aunque escasamente, volvió a ocurrir en estos Juegos. Eso no tiene otro nombre que fraude. También es incorrecta la participación de estudiantes que no están en los listados de los equipos, sin la aprobación pertinente. Cada equipo y facultad debe contar con las potencialidades que tiene. El solo hecho de representar a una facultad, es un gran mérito, que va más allá de la calidad que se tenga como deportista y como equipo.
Por otro lado, no es ético tener como prioridad velarle el fallo al contrario para que le resten puntos, lo cual se manifestó en más de una facultad. Los 13 son un espacio formador para nuestros deportistas, y este tipo de actitud no contribuye a ello. Un ejemplo de los más negativos es dejar que comience un partido para reclamar a un jugador ilegal, cuando la conducta éticamente correcta sería alertar al capitán del equipo contrario antes de que comience el juego. También deja mucho que desear cuando se prefiere una victoria por no presentación, que en competencia, para lo cual se presiona a los árbitros para que decreten el forfeit sin esperar por el rival, soliendo ocurrir que el equipo contrario no está completo por tener deportistas a los que les coinciden otros deportes. No debiera priorizarse la forma de restarle puntos al rival, sino que no sume producto de nuestra victoria. No hay puntos más gratificantes que los que se ganan compitiendo. La ética, la dignidad y la nobleza deben ir a la par con el espíritu competitivo.
Tanto el fraude en la composición de los equipos, como la caza al fallo del contrario para que le resten puntos, pudieran evitarse o minimizarse con una revisión de los listados después de ser entregados en los congresillos, y el posterior chequeo de los árbitros en las competencias a través de los carnés de identidad.
Uno de los mayores problemas que enfrentan las facultades pequeñas y/o las que tienen una composición de género completamente desbalanceada en sus matrículas, es la coincidencia en los horarios de varias competencias. En la confección del calendario de los Juegos debiera tenerse en cuenta esta situación, además de entregarse el calendario a las facultades, al menos, con un mes antelación, lo cual es completamente factible, pues desde la culminación de los Juegos anteriores ya se pueden organizar los grupos clasificatorios según los lugares alcanzados.
Una alerta para los próximos Juegos guarda relación con lo anterior. A partir de quedar las carreras en cuatro cursos escolares, las matrículas se reducirán, por lo que será menor la cantera para conformar los equipos. Si se mantiene la elevada cantidad de deportes en competencia en ambos sexos, aumentarán las facultades a las que les será muy difícil luchar por los primeros lugares. La reducción de la cantidad de deportes en competencia y/o el incremento de las jornadas de los 13 pudieran ser paliativos para enfrentar esta situación.
Aprovechando la gran motivación que generan los Juegos y sus grandes potencialidades como espacio formativo, sería oportuno crear nuevos reconocimientos que estimulen a actitudes extraordinarias que se pongan de manifiesto. Una de ellas pudiera ser al “Juego limpio”, entregándose, por ejemplo, a un equipo que espere más allá del tiempo reglamentario por el inicio de un partido, para que su rival pueda completar su nómina, por coincidirle a jugadores con otros deportes. O a un deportista de un deporte de combate que, al lesionar a un contrario en medio de una competencia, tenga un gesto significativo de atención hacia el rival. O a un pitcher por tener un gesto similar hacia un bateador, al que lo ha golpeado con un lanzamiento.
Otro reconocimiento pudiera ser al “Valor” o a la “Entrega”, otorgándosele a deportistas que hayan derrochado coraje en los Juegos, ya sea por su participación relevante en varios deportes, por competir lesionados, o por ser protagonistas de otros hechos extraordinarios que denoten sacrificio, altruismo, entrega y valor.
La 47 edición de los Juegos Interfacultades 13 de Marzo ya es agua pasada, pero sus ecos quedarán por los próximos 12 meses. La rivalidad mezclada con la amistad, la alegría con el sufrimiento, la euforia con el cansancio, y otros sentimientos encontrados, volvieron a marcar a los participantes en los 13, ya fuera dentro de las canchas o desde las gradas. A pesar de las adversidades, la mayor fiesta de la Cujae constituyó un éxito rotundo del deporte universitario y un paso de avance en la formación integral de nuestros estudiantes como futuros profesionales. Vienen ahora intensas jornadas de recuperación de los contenidos docentes, las que deben estar marcadas por el esfuerzo de nuestros estudiantes deportistas, y la comprensión y ayuda de sus profesores. Cuando aún están latentes las intensas jornadas deportivas vividas, ya aparecen a la vista los 48 Juegos 13 de Marzo.
Sábado, 12 de abril del 2025